DE AQUÍ NADIE SALE VIVO
Cuando escucho eso de «ley de vida» acompañado de un lamento impotente se me ponen los nervios como si estuvieran a punto de romper en mil pedazos.
La expresión «Ley de vida» lleva intrínseca la palabra injusticia, puesto que no hay «ley» totalmente justa con todos.
Quien usa la ley es menos hombre, pues se despoja del componente humano que le impide adornar las cosas con un tinte más cálido.
Se abraza a la palabra escrita o a la inevitable.
«Ley de vida» para decir «no pude hacer nada». «Ley de vida» para explicar un deshaucio, la muerte de un ser querido o el vaivén de la fortuna.
Destierro para siempre la expresión «ley de vida» de mi vocabulario. Quizá eso me haga ser mejor hombre a partir de ahora.
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Escribe NENA ROSA, ama de casa y traductora de húngaro. NENA es tan bajita que cabe en un bolsillo, y lleva siendo amigo del COLECTIVO PIES FRIOS desde antes de nacer.
Si queréis saber algo más de NENA ROSA, preguntadnos => colectivopiesfrios@gmail.com