Estribillo

Con un estribillo ralo, inicio de poco, apenas dos frases

(y eso que abro los ojos muchísimo, como si fuera a servir de algo)

-albergando voluntad en la sonrisa nuclear y entrevistando palabras para este texto-

Enciendo una luz sin bombilla para ver peor,

porque a la mesa, sin patas, no le espera ya gran cosa

Hay frases que me golpean dentro pero que no quieren salir

(viven confiando en que la SGAE me reconozca la pérdida de tiempo)

mientras apartan aquellas de las que, dentro de nada, olvidaré el significado

La desgana empatada con el ansia de escuchar de nuevo un “Disco grande” con voz de Quique

-pero con esa edad y ese hambre-

o algo de José Hierro entre dos coches

o algo de nada en la escalera, entre el primero y el segundo

con un pecho entre los dedos

Hay nudos detrás del recuerdo de Lucky Luke,

no llego a ver nada más que no sea calentura,

la mano limpia de nocilla y la rodilla ensangrentada,

el rescate y el escondite a la vida,

insuficiente.

Así no hay manera; no saber quién es ella detrás de tantas ellas,

y quién ha sido ese otro yo para ellos, hoy con tanta niebla.

Con un estribillo idiota, descabezado, apenas dos minutos.

Termino.

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Escribe Elena Budhead, poetisa urbana que a pesar de lo que dice, no termina nunca. Elena escribe poesía mucho antes de conocer al Colectivo Pies Fríos, con los que coincidió hablando sobre infancia en una exposición de Brueguel el Viejo. Si quieres saber más sobre Elena, escribe a colectivopiesfrios@gmail.com